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España es uno de los países de Europa con menor desigualdad de riqueza, en contra de lo que varios partidos políticos nos quieren hacer ver para justificar una subida de impuestos. Economistas como Ignacio Moncada y Juan Ramón Rallo lo demostraron recientemente en un informe donde analizan los datos del coeficiente Gini publicados en 2016 para desmentir la desigualdad económica que se presupone en la población de nuestro país. Así lo corroboran otros informes anteriores.
La lucha contra la desigualdad y la creciente pobreza ha de estar en las políticas de cualquier Gobierno. Pero siempre conociendo la situación real y usando las armas adecuadas. “Que la desigualdad sea mala para el crecimiento no significa que todas las políticas que reducen la desigualdad son buenas para el crecimiento”, sostiene la OCDE. Por una razón: la mejor receta para combatir la desigualdad es el crecimiento.
Volvamos a Ignacio Moncada y a Juan Ramón Rallo. Estos dos expertos dividen las desigualdades en tres tipos: la desigualdad de la riqueza, la de la renta, y la del consumo.
Si analizamos el coeficiente Gini de riqueza, vemos que España es del 0,67, uno de los menores junto a Bélgica (0,63) e Italia (0,67) y muy lejos de los países europeos con mayor desigualdad en la riqueza, como Dinamarca (0,89), Suecia (0,81), Austria (0,78) o Alemania (0,78). Según Moncada y Rallo, “el motivo principal por el que España es uno de los países más igualitarios en riqueza es que la propiedad inmobiliaria está más extendida que en la mayoría de los países europeos”.
En el apartado de la renta, si se añaden los valores de los alquileres imputados (hecho que se tiene en cuenta para calcular el PIB), el índice Gini de la renta de España es de 0,297, quedando en un nivel intermedio con respecto al resto de países europeos como Alemania (0,288) o Italia (0,291), pero inferior al de Francia (0,298). Moncada y Rallo sostienen que la principal causa de desigualdad en la renta española sería el alto nivel de desempleo. Donde una liberalización profunda del mercado laboral reduciría considerablemente la brecha.
Analizando la desigualdad de consumo, el índice Gini vuelve a arrojar una conclusión clara: España se encuentra entre los países Europeos con menores diferencias. En España, la cifra es de 0,22, por debajo de países como Dinamarca (0,23), Francia (0,23), Italia (0,26) o Alemania (0,27). El informe señala que los resultados son similares al analizar el ratio de consumo del 20% de la población que más consume y el 20% que menos.
Además, en el apartado de renta se mantiene dentro de la media. Esto hace que la solución para erradicar el déficit pase, por un lado, por generar riqueza para así aumentar el número de contribuyentes; erradicar el fraude fiscal y disminuir el coste del aparato del Estado, tanto desde la Administración central como desde las autonomías y no tanto por perseguir ni machacar a las clases medias y altas con impuestos excesivos que acaben por ahogar el consumo.
