Empleo

Las claves de la temporalidad del mercado laboral canario

Las claves de la temporalidad del mercado laboral canario

ago. 5, 2015

El paro bajó en el mes de julio en Canarias en 4.317 personas, un 1,74% menos que el mes anterior, según los datos del Ministerio de Empleo. En lo que va de año, el paro ha descendido en las islas en 24.516 personas, un 9,13%. Esas son las cifras conocidas, pero quizás convenga bucear algo en ellas. De los 71.884 nuevos contratos que se firmaron el mes pasado, 65.226 fueron temporales. Una cifra sorprendente que no se produce, como suele ser el argumento, por la avaricia del empresariado. Al contrario, los empresarios suelen preferir plantillas estables y motivadas antes que sufrir una rotación desmedida.

En el mercado de trabajo en Canarias y en el conjunto de España tienen mucho que decir las características estructurales de nuestro sistema laboral. Tanto es así, que los programas y medidas encaminadas a promover el empleo no suelen lograr paliarlo (en Canarias, ni en los mejores momentos de coyuntura logramos bajar del 11% de tasa de desempleo). Esta circunstancia se ve agravada por el hecho de que sea el turismo (una industria estacional pese a la estabilidad climática de Canarias) turismo haya generado el 87% de los nuevos empleos registrados en el segundo trimestre del año en Canarias hasta la cifra histórica de 215.776 trabajadores.

Uno de los problemas radica en la excesiva rigidez y elevado coste de nuestro modelo, que hace difícil que un empresario se aventure a crear un empleo indefinido. La consecuencia, un mercado dual, en el que existe un reducido colectivo de trabajadores que ocupa puestos de trabajo protegidos y notablemente regulados, y otro formado por desempleados o empleados de manera precaria. Hay muchas maneras de medir esta rigidez que impide la sana creación de empleo. He aquí alguna de ellas:

 

Ineficiencia del mercado del trabajo

El mercado del trabajo en España es uno de los más ineficientes del mundo. Lo dice el Anuario sobre Competitividad Mundial 2015, que sitúa a España en el puesto número 100. En realidad, ninguno de los países de la UE (excepto Reino Unido, sale especialmente bien parado.

El buen funcionamiento del mercado de trabajo es un pilar esencial para la economía. Un sistema laboral flexible debe facilitar, entre otros, el cambio de los trabajadores de una actividad económica a otra rápidamente y a un coste bajo, algo muy necesario en tiempos de crisis, a la vez que debe permitir que los salarios fluctúen.  En España, esta ineficiencia provoca que los ajustes laborales se lleven a cabo mediante despidos y no mediante otras medidas internas.

 

Elevados costes de despido

Los empresarios perciben limitaciones en la contratación indefinida, principalmente por su coste de extinción. Este es un factor determinante que provoca la dualidad del mercado laboral.

España es el país de la UE28 con un mayor coste por despido. Y eso, a pesar de la Reforma Laboral de 2012. Las empresas han de pagar, de media, 28,6 semanas de salario en concepto de indemnización a empleados con más de 10 años de antigüedad. Nos sigue en la tabla… Grecia, con 26 semanas. Es decir, los dos países con mayor nivel de paro son los que más (supuestamente) protegen  sus empleados.

Este coste lleva a las empresas a recurrir a la temporalidad para establecer sus plantillas. Incluso en contra de sus propios intereses, toda vez que recurrir a la temporalidad puede hacer incurrir en mayores costes y, además, una fuerza laboral estable y formada es uno de los grandes activos de toda aventura empresarial.

 

Rigidez del marco jurídico

Las empresas necesitan un marco legal que les permita crecer con seguridad. El español, en cambio, es limitativo y soporta una rigidez y una burocracia desmedidas. España ocupa, según el Anuario sobre Competitividad Mundial 2015 el puesto 43 entre los 61 países que figuran en un ranking de mide las facilidades que ofrece un marco regulatorio para fomentar la competitividad de la empresa.

La Reforma Laboral de 2012 corrige algunas cuestiones, pero sigue sin evitarse del todo que los ajustes en el mercado de trabajo se produzcan mediante regulaciones de empleo, no con medidas de flexibilidad. Los constantes cambios, además, provocan una gran inseguridad jurídica en las empresas.

Escasa formación

Un aspecto en el que ha incidido frecuentemente el CÍRCULO DE EMPRESARIOS DE GRAN CANARIA es el de la poca preparación de la fuerza de trabajo, que obliga, frecuentemente, a echar mano de personal extranjero y de rotaciones para cubrir vacantes. Esta escasa preparación se extiende no solo a la técnica específica a cada trabajo, sino también a conocimientos básicos como pueden ser los idiomas.