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La búsqueda de formas de negocio aprovechando las nuevas tecnologías pone a Canarias en la punta de lanza. Son los llamados nómadas digitales, para los que las Palmas de Gran Canaria es el segundo destino predilecto en todo el mundo. “El auge de los espacios colaborativos de trabajo, los coworking supone la confirmación de que la forma de trabajar está cambiando gracias a la evolución de las herramientas con la que trabajamos: las tecnologías de la información y su uso mediante los nuevos dispositivos tecnológicos”, así describe Sergio Barroso, presidente de la recién creada Asociación Canaria de Espacios Colaborativos, esta nueva ventana empresarial.
Y añade que “ya no solo no es necesario que un empleado ocupe un puesto fijo dentro de un espacio, sino que también el número de herramientas para realizar multitud de operaciones se realizan desde el mismo dispositivo y además es portátil”.
Esta nueva situación lleva a que cada vez menos empresas necesiten espacios fijos de trabajo y comienzan a contratar profesionales que desarrollan su actividad profesional de forma independiente. El presidente de ACEC expone que “son estos mismos trabajadores los que buscan los lugares más propicios según su proyecto o simplemente por quieren trabajar en el entorno más confortable que les permita compaginar un estilo de vida o poder desarrollar su ocio de forma activa”.
Destino
Canarias se ha convertido en un destino ideal para los cowokers por varias razones. “Principalmente -argumenta el presidente de ACEC- porque son profesionales que han decidido tener un estilo de vida, no atado a su origen o a sus empresas. Se pueden permitir el lujo de cambiar trimestral o mensualmente de lugar de residencia y seguir realizando la misma actividad para lo que los contrataron. Tienen ciberjefes. Muchos trabajan en proyectos de grandes empresas o para varias empresas al mismo tiempo. Muchos de países europeos que deciden pasar la temporada de invierno en las islas por el confort durante la estación, lo que les permite una alta calidad de vida y seguir practicando actividades al aire libre, por ejemplo”.
Los nómadas digitales no solo vienen por el clima. Canarias es un entorno seguro, con ciudades confortables, alojamiento a precios razonables, calidad de vida y un coste de la vida inferior al de grandes ciudades. Y muy importante: conexiones decentes de Internet.
Atraer a esos turistas digitales es un buen negocio, porque no solo consumen ese uso de un coworking, también supone “alojamientos, transporte, alimentación y ropa, ocio y esparcimiento al aire libre y vida nocturna, no todo es trabajo y más trabajo”, añade Sergio. “Vender clima está bien, pero eso ya lo saben, ahora es el momento de poner sobre la mesa todos los recursos de nuestras islas".
Por tanto, los coworking se convierten en referencia para el trabajador independiente, local o externo. “Algunos hemos visto un negocio con potencial, no de gran rendimiento pero sí de mucho potencial. Inicialmente porque los espacios son de mediano o pequeño tamaño pero eso irá cambiando con la demanda”, asegura Barroso.
Evolución
La evolución de los espacios colaborativos en Canarias ha sido lenta, pero muy constante. Actualmente hay cincuenta espacios en todo el archipiélago. “Nuestro objetivo -explica Sergio- es ofrecer un proyecto regional, ofrecemos Islas Canarias al margen de estar en un territorio fragmentado, una red de espacios que pueden funcionar colaborativamente para mejorar su potencial
Uno de los proyectos que ya ha puesto en marcha la asociación es el proyecto de visa o pasaporte. La idea es que los usuarios de un espacio puedan trasladarse de forma temporal a otro dentro de la asociación sin ningún problema.
La tendencia de los coworking es la especialización. Nos explica Barroso que “esto provoca que sean más competitivos en mercados globales y adaptan sus recursos en función del proyecto, les permite crecer y decrecer, todo esto muy rápidamente, acorde a los tiempos que corren. Esta versatilidad solamente te la da actualmente un espacio colaborativo”.
Atracción
“La atracción de talento joven con sus programas Erasmus es una puerta abierta para intercambiar talento de las islas y para las islas. La idea sería desarrollar proyectos innovadores internacionales desde aquí. Nos interesa mucho que nuestros estudiantes se mantengan o vuelvan para utilizar nuestros espacios colaborativos para desarrollar sus ideas empresariales. El mundo de las Startups está en autentica efervescencia en estos momentos a nivel mundial”.
Las instituciones públicas, inicialmente, no confiaban demasiado en la economía colaborativa, pero actualmente hasta ellos han querido desarrollar sus espacios propios. Sergio Barroso asegura que “saben que es buena idea y, por eso, la asociación debe ser el ágora donde plantear lo que funciona, y lo que no funciona también, con la intención de prosperar para ofrecer el más alto nivel de calidad”. Y añade: “nosotros les proponemos que hagan lo mejor que saben hacer, gestionar la búsqueda de financiación para todos nuestros espacios y así mejorar los servicios que nos demandan los usuarios, cada vez son más exigentes”.
“Incluso tenemos la posibilidad de desarrollar espacios de trabajo colaborativos con grandes empresas multinacionales. Tendría más fuerza si ven como la administración local apoya de forma incondicional a la empresa privada que gestiona los espacios en el desarrollo de su ecosistema empresarial local. Eso sí que sería grande”, concluye Sergio Barroso, presidente de la Asociación Canaria de Espacios Colaborativos.
