REF

El Gobierno de España ha dado el paso para blindar el Régimen Económico y Fiscal (REF) en el nuevo Estatuto de Autonomía de Canarias y desvincularlo del sistema de financiación autonómica. La aprobación del REF en el Senado sienta las bases del marco en que habrán de desarrollarse la sociedad y la economía en las dos o tres próximas décadas.

La consecución de este nuevo documento supone un profundo motivo de satisfacción para el CÍRCULO DE EMPRESARIOS DE GRAN CANARIA. No solo porque es la principal herramienta con que contamos para compensar la lejanía y fragmentación del territorio. Lo es, además, porque tanto el Círculo como organización como la mayor parte de sus miembros a título personal han luchado de forma constante porque este documento se hiciese realidad.

El CÍRCULO DE EMPRESARIOS DE GRAN CANARIA, por ejemplo, patrocina la Cátedra del REF. Su director, Salvador Miranda, ha destacado director de la Cátedra del REF en la que el CÍRCULO colabora con la ULPGC, destaca la importancia de esta herramienta y la necesidad de “concienciar a la población sobre lo necesario que es para Canarias”. Y, sobre todo, que estas compensaciones no son solo “para las empresas” sino que están “presentes en el día a día de todos los ciudadanos”. Al igual que Ángel Ferrera, presidente de CATPE y miembro del CÍRCULO DE EMPRESARIOS DE GRAN CANARIA, que considera “impensable” haber obtenido este nivel de desarrollo económico y social a lo largo de la historia de no haber sido “por la igualdad otorgada por el REF”.

La Cátedra no es sino uno de los últimos capítulos del incansable trabajo del Círculo para lograr este documento. Ya en, 1991, un grupo de miembros del Círculo discutió las condiciones con virulencia con el actual ministro de Asuntos Exteriores, José Borrell (entonces secretario de Estado de Hacienda), la parte fiscal del Régimen Económico y Fiscal. Y de esas conversaciones nació el actual IGIC y el Arbitrio sobre la Producción e Importación

A principios de este año, el Círculo reclamó la unidad de las fuerzas políticas, económicas y sociales para “remar juntos” y, así para sacar adelante los principales asuntos que marcarían el devenir del archipiélago. Sobre todo, el REF.

Particularidades

Entre las particularidades y ayudas que nos ofrece este régimen destacan necesidades como la mejora de la movilidad de la población insular, gracias al abaratamiento de los billetes de avión o la compensación de los costes energéticos que garantizará que los precios de la electricidad serán equivalentes a los del resto del territorio nacional a pesar de los sobrecostes que tiene nuestro archipiélago para su generación.

Para las empresas y el desarrollo socioeconómico, el REF asegura la posibilidad de elaborar planes específicos para fomentar el empleo. Además, el REF ayuda a compensar la totalidad de los costes de llevar los productos y mercancías hasta la península y su comercio con las diferentes ciudades. Y, por supuesto, también gracias a la compensación con los costes energéticos se consiguen superar las barreras de fabricación en las industrias canarias. De tal manera que, para nuestro archipiélago sea tan sencillo crear y distribuir sus productos como para cualquier ciudad peninsular. También la posibilidad de establecer zonas de tributación especial (ZEC) en todo el territorio insular y el fomento de la internacionalización como objetivo declarado en la ley.

Fomentar la igualdad con el resto de Europa

Agustín Manrique de Lara, presidente de la Confederación Canaria de Empresarios y miembro del CÍRCULO DE EMPRESARIOS DE GRAN CANARIA destaca la importancia del REF en la creación del empleo y riqueza que ha desarrollado Canarias a lo largo de los años gracias al “apoyo de este conjunto de medidas económicas y fiscales” pensadas para compensar los sobrecostes que supone ejercer cualquier actividad económica en el territorio por la insularidad y la lejanía de la península.

Porque todas las medidas que el Estatuto de Autonomía y el REF incluyen en su redacción tienen el objetivo común de situar a los ciudadanos del Archipiélago en posición de igualdad con respecto a la península y el resto de la Comunidad Europea. Pero también paliar los problemas de la llamada “doble insularidad” que las islas periféricas sufren.