El Círculo de Empresarios de Gran Canaria discrepa en determinados aspectos de la Ley de Presupuestos Generales de la Comunicad Autónoma de Canarias, ya que considera que la única solución no reside en incrementar los ingresos a base de subida de impuestos.
Los empresarios comparten en su totalidad la declaración de principios que se hace en el preámbulo de la ley de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de Canarias para 2020 en la que se señala que “se ha priorizado el gasto para favorecer la inclusión social y la mejora de los servicios públicos fundamentales. Así como el fomento de la actividad económica para ir a un crecimiento inclusivo, inteligente, que genere empleo de calidad, que sea compatible con la sostenibilidad ambiental e incorpore la lucha contra el cambio climático.”
Para alcanzar esa meta el Gobierno plantea un presupuesto de 8.066,9 millones de euros de gasto no financiero, lo que supone un crecimiento de 217,8 m/€, un 2,7% más respecto a 2019, y que contempla cinco grandes objetivos: más lucha contra la pobreza, más estado del bienestar, mejores servicios públicos, más igualdad de género, más empleo y más innovación y crecimiento económico; objetivos que desde el Círculo de Empresarios también se aplauden.
Para lograr estos objetivos proponen las siguientes acciones principales: más gasto en políticas sociales (91,1m/€), más gasto en sanidad (132,4m/€), más en educación (119 m/€) y más gasto en cultura (5m/€). El gasto en inversiones reales sube un 3,5% y el gasto total en I+D+I alcanza 5,1m/€. Para equilibrar este incremento del gasto y la previsible caída de la recaudación del IGIC, el Gobierno plantea una subida importante de la recaudación del Impuesto a las Personas Físicas, IRPF (9,55%), un incremento de la recaudación del IGIC, subiendo el tipo general, y algunos especiales así como la subida del Impuesto de Sucesión y Donaciones.
Es aquí donde el Círculo de Empresarios de Gran Canaria discrepa. La necesidad de incrementar el gasto en las partidas de los objetivos previstos no tiene solución única. Entiende el Círculo que se debería explorar la reducción del gasto en otras partidas y empresas públicas y aumentar los ingresos con una lucha implacable contra la economía sumergida que solo beneficia a quien la práctica. Es decir, optimizar el gasto público priorizando acciones y adoptar una gestión eficaz y eficiente de los ingresos, antes que acudir a incrementar los ingresos a base de subidas de impuestos.
También el preámbulo de la Ley Presupuestaria afirma que está constatada y consolidada la desaceleración económica con un escaso crecimiento del 1,3% del PIB para el 2020, frente al 2,4% de 2018. Y a una economía deprimida no le favorece que resten recursos económicos productivos del sistema y, por el contrario, sí necesita un fuerte impulso a su crecimiento, no solo bajando impuestos sino estimulando su actividad con múltiples acciones administrativas que activen la maquinaria productiva.
El Círculo de Empresarios de Gran Canaria se ha posicionado en este sentido en múltiples ocasiones y también en la necesidad de mejorar la enseñanza, la sanidad y especialmente la sostenibilidad ambiental. Y no solo lo ha hecho con manifiestos públicos sino con hechos, invirtiendo dentro de las empresas para ayudar a conseguir una economía baja en consumo de carbono.
