Turismo

“Las trabas al turismo se deben al miedo, y éste se cura con educación”

“Las trabas al turismo se deben al miedo, y éste se cura con educación”

oct. 30, 2018

Canarias goza de una excelente salud en lo que al sector turístico se refiere. “Desbordante e invita al optimismo futuro”, según apunta Fernando Gallardo, periodista y analista de tendencias y nuevos conceptos en turismo. Pero esto no debe hacer que ni la industria, ni la población ni el Gobierno se duerman en los laureles. Recomienda buscar progreso, más desarrollo y, sobre todo, aprovechar este éxito presente para mejorar el sector de cara al futuro.

“El futuro del sector turístico es para Canarias y para toda España más prometedor que el de otros sectores menos dinámicos de nuestra economía y menos proclives a la innovación y la adaptación tecnológica” apunta Gallardo en una entrevista con el Blog del CIRCULO DE EMPRESARIOS DE GRAN CANARIA. Pero también señala el error en el planteamiento de muchos empresarios: “España es la primera potencia turística mundial en el segmento low-cost. Y es una modalidad turística que debemos mimar porque el país no tiene competidores en esa área”.

Fernando Gallardo cree que es “ilusorio” que España (y Canarias) compitan en el segmento del lujo. El analista turístico lo ve como un “arquetipo discursivo de países emergentes, no de destinos maduros como el nuestro”. Para eso, “el turismo ha de ser el vector para la diversificación económica canaria”, apunta Gallardo. “Porque es la actividad más transversal de la economía en el siglo XXI”. Canarias es un destino maduro, y, como tal, “el discurso de cara al futuro ha de pasar, sí o sí, por la transformación digital y la adaptación tecnológica”.

Y aunque el futuro es brillante, Fernando Gallardo prevé un retroceso a corto plazo. Sobre todo, en cuanto a número de turistas internacionales, lo que hará que el gasto por turista pueda verse afectado. Pero será precisamente en ese momento, cuando las instituciones deban apostar fuerte por ese progreso en el sector: “Será el momento de aprovechar el desahogo en las ocupaciones para emprender ciertas políticas de adaptación, como las que auguran un estancamiento en el turismo vacacional de verano y un incremento en el apetito por las ciudades”, apuesta Gallardo.

Porque el turismo, a lo largo de la historia, ha constituido un pilar imprescindible del desarrollo, de la distribución de la riqueza y es el principal generador de empleo. Actualmente son 253.000 empleos los vinculados al sector (un 40% del total) y aporta el 34,3% del PIB del archipiélago. Lo que significa un crecimiento del 9,3% en los últimos 8 años. Canarias contabiliza, además, la friolera de 16 millones de turistas, a razón de un 85,3% de ocupación en esta última temporada estival, la segunda mayor de España.

Entonces, ¿por qué hay tanto inmovilismo en el sector y por qué existe en la población ese miedo y esa reticencia al turismo en los últimos tiempos? Para Fernando Gallardo, esto se debe a un “miedo” latente en la población. El miedo genera parálisis en los seres humanos: miedo a ser invadidos en su territorio. Miedo a perder sus puestos de trabajo. Miedo a reciclarse. Miedo a los avances tecnológicos. Miedo al futuro...”.

Para combatirlo, ofrece la receta: educación, cultura y conocimiento. La turismofobia se cura viajando”, explica. “En la era digital en la que vivimos, se va a dejar muy aislados a los sectores primario y secundario”, afirma. Por eso, Canarias tiene que aprovechar su tirón y su liderazgo en el terciario para entrar de lleno en la era del sector cuaternario: la gestión del conocimiento.

Esta necesidad de educación resulta capital para un futuro no tan lejano, a juicio de Gallardo. “Ya se habla en algunos foros de la futura clase inútil, la clase ignorante, a la que habrá que mantener con una renta básica debido a su incapacidad cultural de ser útiles. El mensaje es terrible, pero puede ser una realidad en el próximo medio siglo. Y será muy difícil para las democracias liberales de hoy obligar a las personas a cultivarse lo necesario para dejar de pertenecer a la clase inútil”.