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¿Suiza, el ejemplo a seguir? Entre los años 2010 y 2015, su tasa de paro no ha superado el 3,6%. ¿Cuáles son las recetas que ha seguido el país para alcanzar estas cifras? James Bartholomew ha escrito un libro en el que trata de extraer conclusiones al respecto. Para The Welfare of the nations, el autor viajó a varios países para conocer cómo viven y se desarrollan las culturas. Respecto del país helvético, extrae las siguentes conclusiones.
1. Ausencia de salario mínimo.
Bartholomew también llama la atención sobre la inexistencia de un salario mínimo nacional y regulado en Suiza. "Hay regulaciones determinadas que pautan pagos mínimos para los trabajadores que vienen de Estados miembros de la UE. También hay algunos cánones en los que se fijan algunos niveles básicos de retribución. Sin embargo, la norma es que en Suiza no se fija un salario mínimo como sí ocurre en otros muchos países del mundo", señala.
El diario Libre Mercado apunta a este respecto, por ejemplo, que los países europeos que no fijan un salario mínimo tienen una renta media superior a los 40.000 euros, frente a los 20.000 euros en los que se mueven aquellos países donde sí se establecen estos umbrales (entre ellos España).
2. Control de la prestación por desempleo
Suiza enfoca de manera distinta las ayudas a los que se han quedado sin empleo. Las ayudas a trabajadores con hijos a su cargo pueden llegar hasta el 80% del salario durante 400 días. Hay muchos controles, sin embargo, para evitar que recibir estas ayudas frene la búsqueda activa de empleo. "Cada mes hay que acudir a las oficinas de trabajo y justificar que se está buscando trabajo”.
3. Educación pensada para el mercado
El sistema educativo no está aislado del mercado, está directamente insertado en la realidad laboral. Un buen ejemplo está en las Escuelas de Vocación Técnica, centros que concentran un número superior de estudiantes que las universidades (es la famosa FP Dual, que tan buenos resultados consigue también en Alemania o Austria). Es el camino al que se dirige la FP española.
4. Despido más sencillo
En Suiza es más fácil ajustar plantillas. Esta circunstancia hace que se abarate también la contratación, ya que se traslada un mensaje de "confianza mutua" que hace que las relaciones empresa-trabajador tengan una mayor certidumbre.
