Entrevistas

“Posibilidades, muchísimas; pero pegas, muchísimas más”

“Posibilidades, muchísimas; pero pegas, muchísimas más”

nov. 22, 2015

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El presidente del Grupo Domingo Alonso y miembro del CÍRCULO DE EMPRESARIOS DE GRAN CANARIA, Sergio Alonso, critica en esta entrevista el cortoplacismo de los políticos. “Se ha caído en la irresponsabilidad absoluta de toda la sociedad y claro, la política no es más es un reflejo”.

En esta línea, el directivo se muestra sumamente duro con los representantes públicos y la sociedad que los sustenta: “Vivimos en una sociedad corrupta”. Alonso califica la moratoria turística como “una de las mayores barbaridades que se han podido hacer, no solo en Canarias sino en cualquier parte de Europa”.

“Me parece una verdadera aberración pretender controlar el mercado desde la política, sobre todo por parte de señores que no han gestionado nunca un duro”. Rechaza que se diversifique “por decreto” (“Ningún inversor viene porque alguien diga desde la política hay que crear más empleo”) y propone, en cambio, que nos “dediquemos a lo que podemos hacer” como atender a los nómadas digitales, ampliar los servicios del puerto y del aeropuerto y “prestigiar nuestra sanidad”, porque así “podremos vendérsela a mucha gente en África que cuando tienen un problema serio se van a París o a Londres”.

“Posibilidades, muchísimas; pero pegas, muchísimas más”. A continuación, les ofrecemos la transcripción literal de la entrevista resumida para su mayor comodidad. Tiene la entrevista resumida aquí:

Usted se ha mostrado muchas veces crítico con la corrupción, Cataluña es un caso, Artur Mas está acusado y tiene causas abiertas. Pero no es el único, por toda España hay casos similares…

¿Cuál cree usted que es el origen de la corrupción, la educación?
En el fondo vivimos en una sociedad corrupta. Y claro, la política es un reflejo de eso. Como además no nos gusta llamar las cosas por su nombre sino disfrazarlas… Por ejemplo: ¿cómo se han estado financiando los partidos políticos en este país? Que me lo diga alguien, porque las cantidades previstas para ello no son suficientes. Y están los sueldos que reciben los altos cargos: ministros, presidentes del gobierno etc. Eso es lamentable y la gente se sorprende porque claro, cada uno lo mide en función de su propio bolsillo.

Y claro, así las vocaciones políticas son muy difíciles en España. He preguntado a algunas personas válidas el por qué no se meten en política. Y me han contestado lo mismo: “¿Qué tengo yo que ganar en la política? No tengo sino que perder”. Estamos hablando de la posición de personas honestas. Porque el sinvergüenza se va donde haga falta y donde huela el dinero.

Acabamos de estrenar la legislatura recientemente, no sé cuáles son las actuaciones, lo que sí sabemos es lo que viene generado, por ejemplo la moratoria… a usted ¿Le ha parecido útil para el turismo canario?
Eso ha sido una de las mayores barbaridades que se han podido hacer. No solo en Canarias, sino en cualquier sitio de Europa. Porque me parece una verdadera aberración pretender controlar el mercado desde la política, sobre todo por parte de señores que no han gestionado nunca un duro. “¡Es que hay mucho!”, argumentan. Pero bueno. ¿Y quién es usted para decir que hay mucho? Eso lo sabrá el inversor, que es el que está arriesgando su dinero y sabe hasta dónde puede llegar.

Desde arriba se quiere dirigir todo, y no puede ser así. Precisamente, la gran ventaja de los sistemas democráticos es que el poder está muy repartido y la iniciativa privada tiene un campo muy amplio. Pero aquí sucede todo lo contrario. Aquí encontramos obstáculo tras obstáculo para hacer cualquier cosa: todo el mundo sabe que la gran demanda en el turismo la atraen sobre todo los hoteles de cuatro estrellas. Y, sin embargo, eso es precisamente lo que se ha paralizado, tanto por el capricho de unos señores como por los intereses de otros, que eso también juega un papel.

Usted ha criticado muchas veces la excesiva administración que existe en las Islas Canarias ¿Cree que eso es un problema para crear empleo y que dificulta la labor de las empresas?

Normalmente, cuantas más instituciones y más pegas se pongan a todo más funcionarios hay. Una cosa va ligada a la otra. Pero ojo, no estoy hablando solo de funcionarios, sino también de empleados públicos. Porque hay que añadir las personas que trabajan en empresas públicas y que hacen funciones de la administración. Y hay muchísimos. Y estas empresas públicas, además, suelen hacer la competencia a empresas privadas, lo cual es absolutamente desleal, porque con una empresa de ese tipo nunca se pierde dinero.

Se habla mucho de la diversificación de la economía en Canarias y es que tenemos un activo que es el turismo que es nuestro motor principal. ¿Cómo ve usted ese camino? ¿Cree usted que la diversificación debe venir de la administración pública?

La diversificación no puede ser algo que se dicta por decreto. Eso es un absurdo. Es decir, que ningún inversor viene porque alguien diga desde la política “hay que crear más empleo”. Quien tiene que emprender es el individuo y eso viene de la formación que se recibe tanto en la familia como en los centros educativos y las propias universidades. Mantener empresas que tienen déficit permanente solo por diversificar supone que los impuestos que todos pagamos van a subvencionar empresas no rentables.

Hay que analizar los temas en profundidad, no ir por la superficie. Entonces, comprenderemos que hay discursos vacíos que no tienen fundamento ninguno, pero que son populares y la gente los acepta con facilidad para no ir más allá.

Tenemos que dedicarnos a lo que podemos hacer: tenemos un puerto extraordinario que está pegado a África, y tenemos que ser un centro logístico para un montón de compañías. Eso ya está en marcha, pero no porque aquí hiciéramos planes importantes, sino porque las compañías miraban el mapa y decían “este es el sitio, vamos allí”. En todo caso, seguro que tropezaron con algunas dificultades, seguro… que si la licencia de no sé qué, la licencia de no sé cuánto… Hoy en día para trabajar en las nuevas tecnologías no es necesario vivir en un sitio determinado.

Tenemos un clima benigno, y a esos trabajadores les encantaría vivir aquí y trabajar para una multinacional, por ejemplo. Pero tenemos que contar con la fibra óptica suficiente. Además, tenemos un aeropuerto verdaderamente importante. Muchos aeropuertos, en realidad, porque estoy hablando de todo el archipiélago. Podríamos ser el taller de las compañías aéreas y no lo somos porque no queremos, porque estamos con mezquindades con ceder más o menos terreno.

Y la sanidad… si nosotros prestigiamos nuestra sanidad podremos vendérsela a mucha gente en África que cuando tienen un problema serio se van a París o a Londres… Y no prestigiarlo desde el punto de vista de los médicos y de las instalaciones, que las hay. Sino de organización, de gestión, que es allí donde hay un fallo importante. Posibilidades, muchísimas; pero pegas, muchísimas más.

Con el afloramiento de nuevos partidos ¿Ve riesgo de que triunfen y haya inestabilidad en el gobierno que salga adelante el 20 de diciembre? ¿Cree que pueden poner en peligro el camino avanzado?

Miedo no tengo, porque yo creo exactamente que las aguas van a llegar a su cauce tarde o temprano. Lo que pasa es que todos estos movimientos provocan costos adicionales. Pongamos el tema de Cataluña: esta comunidad ha costado muchísimo dinero en este periodo de independentismo. La prima de riesgo ha subido, estamos creando miedo a inversores, porque el que está fuera no sabe interpretar estas cosas. Si un inversor quiere invertir en España obviamente sí se va a enterar y se va a preguntar qué es lo que está pasando. “Ahí hay un riesgo”, pensará, y cuando hay riesgos la gente se para. A no ser que piense que a más riesgo, más beneficio. Pero eso pasa en otros países: en España, con más riesgo no hay más beneficio.

Respecto de la economía… Yo no es que crea que hay mejoría, es que es evidente. El que no quiera verlo, tendrá sus ideas de origen partidista, pero es una realidad. Hay muchos ciudadanos que han conseguido trabajo en este último periodo, eso significa que estamos saliendo, eso es evidente. Ahora bien, demagogias hay a montones.

La economía y la educación son dos de los grandes problemas que se encuentra en Canarias y España ¿Cuáles son sus propuestas y donde cree usted que habría que mejorar?

Yo creo que uno de los grandes problemas es que la política suele ser de corto plazo, porque quieren ver los resultados antes de las próximas elecciones para que la gente se convenza de que están haciendo una buena labor. El tema de la educación es un tema a largo plazo, pero es una irresponsabilidad no preocuparse. La educación tiene que evolucionar muchísimo, tiene que haber formación básica en economía. Aquí se ha caído en la irresponsabilidad absoluta de toda la sociedad, empezando obviamente por la política. Pero claro, la política es un reflejo de la sociedad.

Y creo que ahí, habría que censurar a todos los políticos que no han llegado a acuerdos de cómo tiene que ser la educación en nuestro país. Por eso hemos tenido muchos sistemas educativos no consensuados. Por eso en los rankings internacionales quedamos tan mal calificados.